En este artículo, se realiza un análisis crítico del uso de la teoría de la puerta de entrada como justificación para la política australiana. Se sostiene, en primer lugar, que las pruebas que respaldan la idea de que el vapeo es una puerta de entrada al tabaquismo no son convincentes. Se observa que en la mayoría de los casos, el hábito de fumar precede al vapeo, y es poco común que los no fumadores regulares se involucren en el vapeo. Además, se argumenta que la asociación existente puede explicarse de manera más plausible mediante un modelo de responsabilidad común. En segundo lugar, se plantea que incluso si las pruebas fueran más sólidas, no serían suficientes para justificar una prohibición total de la venta de nicotina. Se sugiere que es posible abordar el problema del vapeo entre los adolescentes mediante otras estrategias que no requieran una prohibición generalizada.
En este sentido, se propone un modelo normativo alternativo para Australia que busca abordar las preocupaciones legítimas sobre el consumo entre los adolescentes y, al mismo tiempo, permitir a los fumadores adultos acceder a estos productos como una alternativa para dejar de fumar o como una opción alternativa a los cigarrillos tradicionales.
Palabras claves: Australia, Nicotina, Regulación, Investigación.
