En América Latina, los dispositivos de vapeo desechables están ganando terreno rápidamente en el mercado, incluso en países como Brasil y México donde las ventas de vapeadores están formalmente prohibidas. Este crecimiento refleja una oferta diversa y atractiva que ha llevado a consumidores a adquirir estos productos en mercados informales, como puestos callejeros o vendedores ambulantes, reemplazando en gran medida las tradicionales tiendas especializadas en vapeo. Sin embargo, esta transformación amenaza a las comunidades establecidas de vapeadores y las culturas alternativas que estas habían creado.
La respuesta de los gobiernos de la región frente a los productos de nicotina más seguros ha sido variada, oscilando entre regulaciones moderadas y prohibiciones estrictas. Muchas políticas parecen replicar estrategias de control del tabaco aplicadas en otros lugares, a menudo sin considerar las particularidades locales. Estas medidas incluyen restricciones de edad, etiquetado obligatorio y en algunos casos, impuestos. En paralelo, los mensajes oficiales suelen contener información engañosa sobre los riesgos relativos de estos productos, eclipsando su potencial como herramientas de reducción de daños. Además, algunas decisiones políticas reflejan la presión ejercida por organizaciones internacionales, financiadas en parte por actores como Bloomberg Philanthropies, que promueven regulaciones más estrictas o directamente la prohibición del vapeo en varios países de la región. La influencia de actores externos es palpable en América Latina. Organizaciones internacionales, respaldadas por financiamiento extranjero, han desempeñado un papel clave en la configuración de políticas sobre vapeo.
Estas instituciones apoyan investigaciones, campañas educativas y acciones legales que buscan endurecer las normativas. A través de su alcance global, trabajan para alinear las regulaciones locales con iniciativas internacionales, como las promovidas por la OMS, dejando una marca significativa en las decisiones políticas de los países de la región.
- Falta de encuestas públicas o mecanismos de monitoreo adecuados para rastrear el uso de productos de nicotina más seguros.
- Las prioridades gubernamentales suelen enfocarse en otros temas, relegando el potencial de los productos de nicotina para mejorar la salud pública mediante la reducción de daños.
Iniciativas de Grupos de Consumidores:
- Las comunidades de usuarios han respondido mediante campañas de sensibilización, consultas públicas y desafíos legales contra regulaciones percibidas como injustas.
- Estas comunidades comparten evidencia científica y testimonios personales para contrarrestar el estigma y la desinformación sobre el vapeo.
- Los usuarios han buscado alternativas como la elaboración casera de líquidos, el mercado ilegal o compras en países vecinos con regulaciones menos estrictas.
