En una decisión significativa para los consumidores de productos de reducción de daños del tabaco, la Agencia Nacional de Aviación Civil de Brasil (ANAC) revirtió su prohibición de llevar cigarrillos electrónicos en vuelos nacionales. Esta medida, impuesta inicialmente en mayo de 2024, generó indignación entre los usuarios de vapes, quienes denunciaron la confiscación de dispositivos y la falta de comunicación clara sobre la nueva regla. La prohibición fue implementada tras un cambio en el texto regulatorio publicado por la agencia de salud ANVISA, que dejó ambiguo el estatus del uso personal de cigarrillos electrónicos. A pesar de las declaraciones de ANVISA de que el uso personal no estaba criminalizado, ANAC aplicó una restricción que provocó el descontento público. La presión sostenida de activistas como Alexandro Lucian, presidente de DIRETA, una organización sin fines de lucro que representa a los vapeadores brasileños, fue crucial para lograr la reversión de la medida. DIRETA, junto con otros defensores, utilizó redes sociales, solicitudes de información y protestas para cuestionar la decisión de ANAC. Finalmente, el 16 de julio, ANAC anunció que los vapes nuevamente serían permitidos como equipaje de mano en vuelos. Esta victoria subraya el impacto de la movilización ciudadana y resalta los desafíos persistentes en un contexto regulatorio influido por grupos internacionales anti-vapeo. Aunque el camino hacia la regulación total de los vapes en Brasil es largo, esta reversión marca un paso importante hacia el reconocimiento de las necesidades de los consumidores.
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