Plataforma Nicotina Reducción de Riesgo y Daño
Corporación ATS
Del 20 al 25 de noviembre de 2023, delegaciones gubernamentales de todo el mundo, se reunirán en Ciudad de Panamá para debatir sobre las políticas relativas al tabaco y la nicotina en la Décima Reunión de la Conferencia de las Partes (COP) del Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT).
Las decisiones que se tomen en estas reuniones influirán en la forma en que las políticas internacionales de control del tabaco se apliquen a escala nacional. Estas decisiones serán muy importantes para determinar el futuro de los productos de nicotina sin combustión, como los vaporizadores de nicotina (e-cigarrillos), el snus, las bolsitas de nicotina y los productos de tabaco calentado.
¿Qué deberíamos saber?
El Convenio Marco para el Control del Tabaco es uno de los tratados internacionales más ratificados en materia de salud, 182 países lo han firmado y ratificado, lo que significa que ha sido aprobado a nivel nacional. Es un acuerdo internacional desarrollado en respuesta a la naturaleza internacional del reto para la salud pública que suponen el consumo de tabaco y el tabaquismo. Fue el primer tratado negociado bajo los auspicios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, ras cuatro años de negociaciones, el CMCT de la OMS fue adoptado por la Asamblea Mundial de la Salud el 21 de mayo de 2003 y entró en vigor el 27 de febrero de 2005.
Derivado de esta negociación, hoy los Estados se comprometen a avanzar en algunas medidas que contempla el tratado como medidas fiscales, lugares libres de humo, contenido de los productos, etiquetado, campañas de prevención, prohibición de la publicidad, prohibición de venta a menores de edad, entre otras. Todas estás medidas están concentradas en un solo objetivo: la prevención y la cesación del consumo.
Ahora, la Conferencia de las Partes (COP) es el órgano rector del Convenio. Se reúne cada dos años y es el lugar en el que las Partes debaten, negocian y deciden en persona sobre la aplicación del CMCT y las medidas internacionales de control del tabaco. Para el 2023 será la décima versión. Además de las delegaciones de cada Estado Parte, participan algunos órganos como la Organización Mundial de la Salud, Coordinadores Regionales de la OMS, ONGs internacionales antitabaco y, en algunos espacios (no en todos), medios de comunicación. Estos dos últimos actores participan en tanto que no tienen ninguna relación financiera, laboral o profesional con la industria tabacalera, ni con ninguna entidad que trabaje para defender sus intereses.
Para este año, varios puntos de la agenda de discusión, están relacionados con los productos de nicotina sin combustión, como los vapores de nicotina (e-cigarrillos), el snus, las bolsas de nicotina y los productos de tabaco calentado.
Las posibles áreas que afectan la reducción de riesgos y daños mediante estos productos, podrían ser las peticiones de una regulación más estricta o la prohibición de los sistemas abiertos y personalizables para vaporizadores, la prohibición o restricción de los sabores que supuestamente atraen a los menores, la restricción de las sales de nicotina y una redefinición de “humo”, que podría clasificar los aerosoles de los productos del tabaco calentado como humo.
Existen otras áreas de posible debate en la COP 10 relacionadas con el tabaco sin combustión, como la ampliación de la definición de los productos del tabaco, la extensión de los controles sobre la publicidad y la promoción del tabaco para prohibir o restringir las ventas en línea de tabaco sin combustión, el fomento de las “estrategias finales del tabaco”, como la reducción de la nicotina, la reducción de los puntos de venta o la prohibición generacional de la compra de productos del tabaco, los derechos humanos y el debate sobre la responsabilidad civil y penal de los fabricantes.
Esta agenda por años ha estado alejada del conocimiento común, en parte porque por varias décadas de desastrosos efectos derivados del tabaco, llevó a que desde hace veinte años, la necesidad de un mundo sin tabaquismo, fuera el objetivo mundial incuestionable. Sin embargo, con la cada vez más evidente costo-efectividad de la reducción de riesgos y daños en sustancias psicoactivas y en otros temas de salud, además de la creación de productos sin combustión, se empezó a cuestionar este consenso unánime.
Con el tiempo, países adoptarón políticas nacionales de reducción de riesgo en tabaco, con éxitos en la reducción de enfermedades por consumo de tabaco, costos en salud y eliminación de riesgos propios del mercado negro; los cuales han sentado un presedente frente a ese “orden global frente al tabaco”.
La reducción de riesgo y daño para personas consumidoras de tabaco puede estar en riesgo en la agenda de COP 10 de noviembre de 2023. Pero, ¿Por qué debería importarle a cualquier ciudadano?
- A las personas fumadoras o usuarias de productos de nicotina sin combustión:
El acceso de los consumidores a estos productos es crucial para hacer realidad el potencial de salud pública de la reducción de daños del tabaco en la lucha mundial contra las muertes y enfermedades relacionadas con el tabaco. En las ediciones anteriores de COP, la OMS y el CMCT se han olvidado de los fumadores. Hay mil millones de personas que fuman en todo el mundo, la misma cantidad que hace 30 años. Continuar haciendo más de lo mismo obtendrá más de lo mismo, es decir, no progresará.
- A las personas usuarias de otras sustancias psicoactivas:
El modelo de regulación del tabaco y posteriormente de la nicotina y su administración mediante diferentes productos, sienta un precedente de enfoques concentrados exclusivamente en la cesación, la prevención o incluso legalizaciones prohibicionistas para las sustancias ilegales que se buscan regular como el cannabis, psicodélicos, estimulantes, entre otras. Negando componentes como el de reducción de riesgos y daños, información basada en evidencia y/o participación.
- A cualquier ciudadano:
Mantener las medidas que ya se implementan para tabaco para otros productos de administración de nicotina, afecta a cualquier ciudadano sin ninguna diferenciación, hace que no haya una prevención efectiva y que, así no se proteja de manera diferenciada los derechos de las personas no usuarias (incluidos los menores de edad), hace que se mantengan o aumenten los gastos públicos en salud pública para tratar enfermedades asociadas al tabaco por combustión y hace que el gobierno pierda recaudo de un mercado de productos sin combustión. Además de demostrar que sus Estados toman decisiones sin un análisis de impacto regulatorio.
¿Cómo podemos mantenernos informados?
Como se desprende de la estructura y el proceso de la reunión de la COP, existen muy pocas oportunidades para que las organizaciones ajenas a la estructura de la COP sigan los procedimientos y contribuyan a ellos.
En la estructura y el proceso de la reunión de la COP existen muy pocas oportunidades para que las organizaciones y las personas fumadoras ajenas a la estructura de la COP, participen en los procedimientos y contribuyan a ellos. A nivel nacional, el responsable de los asuntos de la COP suele ser el Ministerio de Salud y, en ocasiones, otros ministerios con competencias en temas relacionados como el Ministerio de Comercio.
Las personas usuarias y las organizaciones, podemos acercarnos a los Ministros e incluso a parlamentarios para conocer la postura de nuestros países frente a los temas claves que se discutirá en noviembre en Panamá; no solo sobre tabaco, sino sobre el tabaco sin combustión, la reducción de daños, los derechos humanos, y el debate sobre las medidas que deben regular los cigarrillos electrónicos.
También podemos interactuar con la Secretaría del CMCT en las redes sociales a través de @FCTCofficial, y durante el evento, a través de #COP10 y #COP10FCTC. El sitio web COPWATCH https://copwatch.info/ proporciona actualizaciones sobre cuestiones antes y durante la COP.
