Los cigarrillos electrónicos, presentados como alternativas menos dañinas al tabaco, han ganado popularidad. Esta revisión sistemática compara su riesgo con el tabaquismo y concluye que son significativamente menos nocivos. La investigación futura debe enfocarse en mejorar su eficacia y reducir riesgos residuales.
El Plan de Acción Mundial de la OMS busca reducir el consumo de tabaco en un 30% entre 2010 y 2025. Sin embargo, grupos marginados a menudo quedan rezagados. Este estudio analiza barreras para reducir el consumo de tabaco en personas con enfermedades mentales, comunidades LGBTQ+ y pueblos indígenas, con el fin de abordar desigualdades.
En el Reino Unido, la prevalencia del tabaquismo sigue siendo alta entre personas con trastornos mentales, a pesar de la disminución general. Los cigarrillos electrónicos (ECs) son una alternativa segura que ayuda en la cesación y reducción de daños, pero los profesionales de salud mental a menudo tienen reticencias debido a malentendidos. Esta investigación explora cómo estas percepciones afectan su uso en entornos clínicos.
El artículo examina la alta prevalencia de tabaquismo en personas con esquizofrenia, quienes fuman más intensamente y son más dependientes del tabaco. La mayor absorción de nicotina agrava la adicción y dificulta la cesación. El tabaquismo en estas personas está vinculado a mayores tasas de morbilidad y mortalidad.
El documento explora obstáculos para difundir tratamientos eficaces para dejar de fumar globalmente. El artículo 14 del Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de la OMS destaca la importancia de ofrecer ayuda para cesar el tabaquismo, beneficiando a más de mil millones de personas.
El informe “Estado mundial de la reducción de daños del tabaco 2022” evalúa el progreso en la adopción de productos de nicotina más seguros, como vaporizadores y snus. Destaca cómo estos productos, utilizados por más de 100 millones de personas, complementan el control del tabaco y ofrecen un gran potencial para mejorar la salud pública.
La revisión crítica de estudios recientes sobre cigarrillos electrónicos (CE) examina la inhalación de metales en sus emisiones. Analiza la coherencia entre el diseño experimental, el uso real del dispositivo y la evaluación de riesgos de exposición, destacando preocupaciones sobre daños potenciales para los usuarios.
La Ley de Entornos sin Humo de 1990 no cubre adecuadamente el vapeo y productos de tabaco sin combustión. Mejorar la regulación y la información pública puede ayudar a los fumadores a cambiar a alternativas menos nocivas, reduciendo riesgos para su salud y la de los demás, y limitar el acceso de jóvenes a estos productos.
La revisión financiada por el Ministerio de Sanidad australiano sobre los efectos del vapeo no cumplió su objetivo. Falló al no comparar el riesgo del vapeo con el de los cigarrillos convencionales, ignorar su eficacia para dejar de fumar, y confundir causalidad con correlación en el vapeo juvenil.
La Encuesta canadiense sobre tabaco, alcohol y drogas para estudiantes (CSTADS) 2021-22, con una muestra de 61,096 estudiantes de grados 7 a 12, recopiló datos en 9 provincias (New Brunswick no participó). La encuesta, realizada entre septiembre de 2021 y junio de 2022, incluyó nuevos temas sobre salud física y mental, y acoso escolar, además de consumo de tabaco, alcohol, cannabis y drogas.
Somos un proyecto de la Corporación Acción Técnica Social que tienen como objetivo introducir el enfoque de la reducción de riesgos y daños en el consumo de nicotina en Colombia y Latinoamérica.
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