Los controles reglamentarios de la Ley de Entornos sin Humo de 1990 se concibieron principalmente para los productos del tabaco que se fuman. Son inadecuados para el vapeo y los productos de tabaco sin combustión, que son menos nocivos para los consumidores. Existe la oportunidad, mediante una mejor regulación (e información pública), de ayudar a los fumadores a cambiar a alternativas significativamente menos nocivas, reduciendo sustancialmente los riesgos para su salud y la de quienes les rodean.
La mejora de la normativa es necesaria para aclarar la ley y, de forma más sustantiva, para:
- Mejorar la seguridad de los productos de vapeo y tabaco sin combustión en el mercado neozelandés y gestionar cualquier efecto adverso que se produzca con el uso de estos productos
- Reducir la probabilidad de que los niños y los jóvenes puedan acceder a los productos de vapeo y de tabaco sin combustión, que conllevan riesgos para la salud (incluido el potencial de adicción).
En general, la propuesta busca un equilibrio entre los objetivos de ayudar a los fumadores a cambiar a productos mucho menos nocivos y proteger a los niños y jóvenes de los riesgos asociados a una mayor disponibilidad de productos de vapeo y tabaco sin combustión. En conjunto, las propuestas son cautelosas y reflejan la preocupación por el consumo entre los jóvenes.
ris-support-smokers-to-switch-to-alternatives-jan-2019Palabras claves: Controles reglamentarios, Ley de Entornos sin Humo, Productos del tabaco, Vapeo, Productos de tabaco sin combustión, Información pública, Alternativas menos nocivas, Riesgos para la salud.